CARLOS V
Hijo de Juana la Loca y de Felipe el Hermoso, y nieto de los Reyes
Católicos. A la muerte de su abuelo Fernando II (1516) y dada la
incapacidad de su madre, heredó la corona catalano-aragonesa. En
Castilla tuvo que enfrentarse a la revuelta de los comuneros (1520-
1521), que mostraban su desacuerdo con la política real de la salida
de oro de Castilla y de la provisión de cargos a extranjeros. Pero
una vez vencida la revuelta, Castilla acabaría siendo su principal
sostén. Heredó de su padre, Felipe el Hermoso, los estados
patrimoniales de Austria y los Países Bajos. La política de Carlos I
tuvo tres objetivos fundamentales: la recuperación de Borgoña, que le
enfrentaría a Francia; la desmembración del poder turco; y la lucha
contra el protestantismo para tratar de reconstituir en Alemania la
unidad religiosa. El hecho de tener que luchar en tres frentes
debilitó las fuerzas de Carlos I, por lo que no llegó a un resultado
decisivo y su hijo y sucesor en España, Felipe II, heredó esos
conflictos. Fue el monarca más poderoso de Europa e intentó
restablecer la preeminencia imperial, pero el fracaso de sus
objetivos, las dificultades económicas y el cansancio de una vida tan
agitada le llevó a retirarse al monasterio de Yuste (1556), abdicando
sus derechos imperiales en su hermano Fernando y la corona de España
en su hijo Felipe II.